El proceso

¿Qué es más satisfactorio, disfrutar del proceso o conseguir el objetivo?

Soy un apasionado de la montaña y me gusta hacer excursiones. Normalmente se me mete en la cabeza la idea de subir algún pico o visitar algún valle y a partir de ahí, empiezo a planificar. Investigo por donde quiero ir, qué pico quiero subir, qué material necesito, evalúo las distintas opciones, lo adapto al tiempo que tengo y pienso los amigos con los que quiero ir. Es algo que me lleva varios días y me gusta, le dedico esfuerzo a buscar el plan ideal. Al mismo tiempo, cuando he decidido la ruta, es completarla lo que me motiva. Al contarle a otra persona mi plan, le digo que quiero llegar a ese pico. Lo que no le cuento es que quería estar varias tardes buscando en Wikiloc una ruta bonita y exigente, preparar y poner a prueba el material, conducir varias horas o pasar tiempo con amigos que comparten esa pasión por la montaña.

Es curioso como se valoran los éxitos, se habla de un evento puntual. Por ejemplo, “escalé el pico tal”, “soy graduado en cual”, “vendí un proyecto de tanto”, etc.

¿Por qué es valioso un título universitario? (Aunque cada vez esté más de moda el no tenerlo). El trozo de papel, el registro en una base de datos no vale nada. Es este título el que acredita que pasaste por un proceso, y eso es quizá lo valioso. Pero aquí llega la paradoja, si no se entregase un título final, ¿encontraríamos la motivación para afrontar el desafío? Si no quisiera llegar al pico, ¿dedicaría todo ese tiempo y esfuerzo a planificar y sufrir en la actividad?

Es curioso como creo firmemente que es el proceso lo que aporta más valor, pero al mismo tiempo me doy cuenta de que es el objetivo el que me hace querer pasar por ese proceso. Y quizá sea ese el propósito del objetivo, conseguir la motivación.

Dándole una vuelta de tuerca más, ¿por qué no me paso el día en el proceso?, sin conseguir ningún objetivo. ¿Es mejor encontrar la propia motivación en disfrutar del proceso? Quizá no. Quizá perdería sentido, no completaríamos retos tan ambiciosos o avances tan importantes. La virtud está en el término medio.